Look what it's done to your friends, their memories are pretend and the last thing that they want is for the feeling to end.

domingo, 15 de noviembre de 2015

Querido Francesco:

Siento haberte engañado, haberte ocultado que soy débil, que a veces me caigo y en vez de levantarme me hundo y me entierro en la arena mojada. Que tengo días en los que no veo el sol y no me doy cuenta de que es porque aún no he abierto los ojos. Lo siento, te lo oculté.
Diré en mi descargo que fue precisamente conocerte lo que me hizo creer que jamás volvería a hundirme, tú eras mi tabla de salvación, mi ancla y mi carta de navegación; contigo me sentía capaz de no volver a caer.
Pero ni siquiera tú puedes salvarme de quién soy; ni falta que hace, yo soy yo con todos mis defectos. Necesito saber que puedes quererme aunque sea una lunática, aunque a veces sea imposible y muchas veces insoportable. Aunque no sea tan inteligente como te gustaría creer que soy, aunque no tenga todas las virtudes que quisieras ver en mí. Necesito saber que sabes que soy imperfecta y aun así me puedes querer igual.
Te necesito a mi lado, contigo soy más fuerte y soy más yo, por eso te pido que no te alejes de mí, que no te vayas, que no me dejes. Pero no voy a decirte que soy más fuerte de lo que soy, ni tampoco voy a pedir perdón por ser débil.
Necesito saber que puedes quererme del todo, entera, con mis grandes imperfecciones así como con mis virtudes.
Necesito saber que me entiendes y no me juzgas.
Te quiero, pero sé que eres imperfecto, aunque quizás no tanto como lo soy yo.
Tuya,

Farfalla.

PD: tenías razón, no debí mandar construir la fuente de piedra en el lecho seco del río, ha llegado la crecida y donde debería haber un discreto chorro disparado hacia el cielo, hay una lengua del agua violenta y vibrante. No debí tratar de domar lo indomable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario