Look what it's done to your friends, their memories are pretend and the last thing that they want is for the feeling to end.

lunes, 1 de septiembre de 2014

Rubén.

Rubén se hunde.
Rubén se entierra.
Se cubre de arena mojada y se agota.
Se va al fondo del mar y se deja llevar por las olas.
Ya no lucha por salir a flote.
Deja que el océano lo arrastre sin piedad como una caracola deslavada.
Y espera la muerte, si bien la teme.

Rubén no sale.
Rubén no ríe.
Escucha versos violentos y los recita.
Se esconde en la música y se queda en trance.
Ya nadie le avisa los sábados.
Pasa las tardes en casa frente a un libro, mirando la pared con la cara quieta.
Y espera un renacer que nunca llega.

Rubén no duerme.
Rubén no corre.
Se pasa las noches en blanco y luego, fundido a negro.
Su madre lo despierta y el sol está bajo.
Ya ni siquiera se quita el pijama.
Se ducha y se mete en la cama, para que el lecho sea el sepulcro.
Y espera otro invierno frío y oscuro.

Rubén se asfixia.
Rubén se ahoga.
No soporta más ver las mismas calles.
Sentarse de nuevo en el mismo pupitre.
Ya no recuerda la última vez que tuvo ilusión.
Los sueños se le llenan de quimeras-- de las que escupen fuego.
Y él se convierte en estatua de sal.

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