Quiero quedarme a vivir en los momentos en que estoy contigo.
Vuelve a decirme que el español es el idioma más bonito del mundo,
como si me retaras a que te sedujera con palabras al oído;
como si por no entenderlas, dejaran de ser peligrosas.
Baila otra vez, ponme las manos en la cintura y pégate.
Quédate en silencio mientras yo canturreo Dos Gardenias y nos mecemos.
Sírveme más vodka con esa sonrisa traviesa y esos ojos que a veces me pones.
Acompáñame a casa de nuevo y mírame los labios cortados dubitativo.
Tráeme una mandarina en son de paz,
mañana nos vemos en la clase de las siete y media;
vuelve a llegar tarde y a hacer que me levante solo para sentarte a mi vera.
Puedes volver a olvidarte una prenda en mi casa, yo puedo volver a fingir que me enfado.
Dime otra vez que me prestas un libro que te encanta,
podemos reírnos de nuevo al darnos cuenta de que está escrito en una lengua que yo no conozco.
Hablemos otra vez de feminismo mientras yo me estiro en tu sofá.
Abrázame para despedirte aunque te vaya a ver mañana.
Vuelve a mirarme fijamente solo porque la oscuridad te protege,
¿quieres oír de nuevo cómo se me acelera el corazón?
Solo tienes que acercarte a mí.
Solo tienes que ser.
De momento eso es suficiente.
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