Las palabras que tú callas
me flotan en el pecho.
Se rebelan cuando duermo
y me trepan por la espalda,
me trepanan la calavera,
me okupan el hipotálamo,
se cruzan con mis recuerdos
y, entre hebras neuronales,
paren
impúdicas
sueños
espumosos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario